Las huellas que deja la piedra

En cuestión de daños al organismo, esta droga es muy peligrosa.
Por lo mismo, es difícil no darse cuenta cuando una persona consume crack, sobre todo si tal consumo se ha vuelto crónico. Las señales que deja en el cuerpo y el cerebro son muy marcadas y pueden ser permanentes si no se controla la adicción.
Daño cerebral El uso crónico del crack puede producir alucinaciones sobre todo auditivas, paranoia de tipo persecutoria, al principio con cierta lógica, pero luego muy absurdas, como que lo siguen los extraterrestres, por ejemplo. Cada vez que se consume crack se corre el riesgo de un infarto o derrame cerebral.
Corazón y riñón Con cada consumo de crack existe la posibilidad de sufrir un infarto cardíaco porque se producen arritmias. También el uso crónico de la piedra puede causar daño en todo el organismo, pero en particular en los riñones.
El peso Es el daño más evidente. Ocurre porque uno de los efectos es la supresión del hambre, pero también porque con cada consumo el cuerpo se acelera mucho y el gasto calórico es extremo.
Otros daños El crack produce boca reseca, quemaduras y llagas en la boca por la pipa que usan, mirada perdida, puede haber cambios de humor, por un lado hiperactividad y euforia y por otro, irritabilidad y tristeza.

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