Basketball Girl





Proverbios 3:1-8

1 Todo tiene su tiempo, y todo lo que se quiere debajo del cielo tiene su hora.

2 Tiempo de nacer, y tiempo de morir; tiempo de plantar, y tiempo de arrancar lo plantado;

3 tiempo de matar, y tiempo de curar; tiempo de destruir, y tiempo de edificar;

4 tiempo de llorar, y tiempo de reír; tiempo de endechar, y tiempo de bailar;

5 tiempo de esparcir piedras, y tiempo de juntar piedras; tiempo de abrazar, y tiempo de abstenerse de abrazar;

6 tiempo de buscar, y tiempo de perder; tiempo de guardar, y tiempo de desechar;

7 tiempo de romper, y tiempo de coser; tiempo de callar, y tiempo de hablar;

8 tiempo de amar, y tiempo de aborrecer; tiempo de guerra, y tiempo de paz.




La pequeña Qian Hongyan es un verdadero ejemplo de lucha y superación. Esta pequeña perdió las piernas durante un accidente de tránsito hace seis años, y pese a las dificultades que debió enfrentar no se dio por vencida.

Su familia al no tener los recursos necesarios para costearle la operación y prótesis para rehacer su cuerpo, optó por ayudarla con un estilo casero, el cual terminó llamando la atención de todos los vecinos de la provincia de Yunnan, en la República de China.

Sus padres colocaron a la pequeña, que en ese entonces tenía cinco años, sobre una bola de baloncesto con un hueco al centro, donde ella apoyaba el tronco y así arrastraba por el suelo o daba saltos, ayudada de un par de cepillos de lavar ropa en cada mano, para que le sirvieran de muletas. Por ese motivo valió el sobrenombre de Basketball girl (La chica del balón de baloncesto, en español.

El amor de la familia hizo que la pequeña Qian Hongyan reaccionara ante este nuevo reto con mucha fortaleza e incluso alegría, logrando desenvolverse sobre su bola como si fueran las mejores prótesis.

La niña destacó porque pese a haber perdido la mitad del cuerpo, no perdió la alegría de vivir, y se le podía ver sonreír mientras rebotaba camino a la escuela de Luliang, con el mismo entusiasmo que los demás niños de su edad, incluso fue una alumna destacada de la escuela. Al llegar al centro educativo recibía ayuda para salirse de la bola de básquet y acomodarse en el pupitre, mientras en el suelo quedaba su improvisada prótesis. Al finalizar las clases, regresaba a su casa rebotando.

Su esfuerzo y el de su familia se vieron recompensados cuando un grupo de destacados doctores ofreció un sofisticado par de piernas que le permitirán volver a caminar y dejar de arrastrarse sobre su bola. El proceso empezó en el año 2005.

La pequeña Qian Hongyan utilizó por primera vez sus piernas artificiales en el Centro de Rehabilitación de Pekín, China, luego de exámenes médicos y un proceso de rehabilitación. La alegría de la menor fue tanta que no dudó en mostrar sus nuevas "piernas" para las fotografías de las diferentes agencias de noticias que calificaron su caso como insólito.



Todos tenemos nuestra tragedias personales, ya sean físicas, emocionales, laborales, familiares o de cualquier otra índole, pero cuando veo historias como la de esta niña, solo se me ocurre pensar que debo cambiar, se me ocurre que no debería quejarme tanto y ser mas agradecido con que lo soy, lo que tengo o no tengo.

Cuando una tragedia viene a nuestra vida, esta tiene sus propias etapas:

1) Negación y aislamiento

2) Ira

3) Pacto o negociación

4) Depresión

5) Aceptación



ETAPA I: Negación y aislamiento.

la negación nos permite amortiguar el dolor ante una noticia inesperada e impresionante; permite recobrarse. Es una defensa provisoria y pronto será sustituida por una aceptación parcial: "no podemos mirar al sol todo el tiempo".

Puedes negar la situación y esconderte encerrándote en ti misma(o), no desear comunicarte con nadie y te parece que tu problema es lo más grande del mundo. A todos puede sucedernos esto, pero por cuanto tiempo te sientas de esta forma depende solamente de ti, de nadie más. Y sobre todo con la ayuda de Dios y de los demás saldrás muy pronto.



Salmos 27:1-5

1 Jehová es mi luz y mi salvación; ¿de quién temeré? Jehová es la fortaleza de mi vida; ¿de quién he de atemorizarme?
2 Cuando se juntaron contra mí los malignos, mis angustiadores y mis enemigos, Para comer mis carnes, ellos tropezaron y cayeron.
3 Aunque un ejército acampe contra mí, No temerá mi corazón; Aunque contra mí se levante guerra,
Yo estaré confiado.
4 Una cosa he demandado a Jehová, ésta buscaré; Que esté yo en la casa de Jehová todos los días de mi vida, Para contemplar la hermosura de Jehová, y para inquirir en su templo.
5 Porque él me esconderá en su tabernáculo en el día del mal; Me ocultará en lo reservado de su morada; Sobre una roca me pondrá en alto.



Etapa II: Ira.

Los psicólogos definen la ira como un estado de locura temporal. Cuando estamos airados en extremo llegamos a un punto en el cual no somos dueños de nosotros mismos. Pero hablemos específicamente de la ira después negar una situación difícil y enclaustrarnos en nuestro dolor. Pareciera ser que despertamos de este letargo y buscamos en quien descargar nuestra frustración, y lo que "normalmente" hacemos es culpar a alguien mas por nuestra situación, lo mas común es culpar a Dios y hasta queremos castigarlo con nuestra indiferencia, comenzamos a ver todo negativo, creemos que no hay solución alguna y nos molesta las muestras de apoyo que puedan darnos.

Lo problemático de esta etapa es quedarnos mucho tiempo en ella, debido a que nacen raíces de amargura y podemos volvernos personas amargadas e introvertidas.

Ahora, que hacer para salir pronto de aquí?

Primero, no es malo enojarse, la Biblia nos dice que podemos airarnos pero sin pecar ("Airaos, pero no pequéis; no se ponga el sol sobre vuestro enojo" Efesios 4:26). , es más Dios no se molesta que te quejes con El, lo que le molesta es que te quejes contra El ("Y no hay cosa creada que no sea manifiesta en su presencia; antes bien todas las cosas están desnudas y abiertas a los ojos de aquel a quien tenemos que dar cuenta." Hebreos 4:13), debes ser totalmente honesta(o) con Dios y decirle como te sientes, El siempre esta allí dispuesto a escucharte.


Isaías 54:10 Porque los montes se moverán, y los collados temblarán, pero no se apartará de ti mi misericordia, ni el pacto de mi paz se quebrantará, dijo Jehová, el que tiene misericordia de ti.





ETAPA III Pacto o negociación: ante la dificultad de afrontar la difícil realidad, mas el enojo con la gente y con Dios, surge la fase de intentar llegar a un acuerdo para intentar superar la situación.

Tarde o temprano llegan situaciones a nuestra vida que nos hacen tambalearnos en nuestros principios, creencias y valores. De esto estamos hablando en el desarrollo de este tema, anteriormente establecimos que el enojo es parte del desarrollo de la salida al dolor, a la frustración, una vez vemos que esto no resuelve nuestra situación, decidimos ponernos de acuerdo con nosotros mismos y buscamos caminos de solución. Todo lleva su tiempo y hay dolores que o pueden durar toda la vida o pueden durar poco tiempo, la duración depende solo de nosotros y de nadie mas, es cuestión de decidir ser conscientes de nosotros mismos y enterarnos de que relamer nuestras heridas no nos lleva a nada bueno. Es tiempo de levantar nuestra cabeza a los cielos y no permitir que la depresión y la ira nos aparten la vista de aquellas cosas que valen la pena. Debemos conocernos a nosotros mismos y saber que siempre hay fuerzas, que somos capaces de solventar cualquier situación difícil, aunque duela, aunque se piense que se esta sola(o), aunque creas que ese dolor nadie mas lo ha sufrido, te tengo noticias: hay alguien que sufrió lo insufrible, que se humilló hasta lo mas humillante: morir como malhechor, como mentiroso, como agitador de masas, como falso profeta, siendo el Hijo de Dios, siendo la santidad en persona, el amor hecho carne, la vida hecha cuerpo humano.

Negocia con Jesús, siempre recibirás mayores ganancias, has pactos con El y nunca te dejará defraudada(o).

Mateo 11:28 Venid a mí todos los que estáis trabajados y cargados, y yo os haré descansar.

Etapa IV Depresión: Este estado del alma es como si una nube gris se hubiese posado sobre nosotros, no desea otra cosa que la soledad y el silencio. La mejor forma de ayudar a una persona en este estado es con la sola presencia, con un abrazo, basta con escuchar.

En esta etapa se debe hablar, sacar del corazón la frustración que se siente, se debe verbalizar el dolor. Se cuenta que un niño le contó a su madre que le ayudó a un viejito que estaba triste, su madre le preguntó ¿Cómo le ayudaste?, y el niño contestó: me senté en sus rodillas y sostuve su mano. Creo que este es un buen ejemplo de cómo ayudar a quienes están deprimidos. Al igual que las etapas anteriores depende de ti por cuanto tiempo te quedes en este estado, la decisión es tuya y de nadie mas. Tú decides buscar ayuda o sumergirte en el profundo océano de la tristeza. Dios nos ha dado motivos para gozarnos en El, nos manda a estar siempre gozosos; pero tu me dirás ¿Cómo estar alegre en medio del dolor?, el gozo del que Dios nos habla no es natural, es la decisión consiente de permitirle a El tomar nuestras tristezas y dejar que su Santo Espíritu nos llene de paz, de ese gozo inexplicable. Si esta es tu condición hoy, decide salir de ese océano y buscar playas de descanso en la paz de Dios.

Números 6:24-26

24 Jehová te bendiga, y te guarde;
25 Jehová haga resplandecer su rostro sobre ti, y tenga de ti misericordia;
26 Jehová alce sobre ti su rostro, y ponga en ti paz

ETAPA V: ACEPTACION

Quien ha pasado por las etapas anteriores en las que pudo expresar sus sentimientos -su envidia por los que no sufren este dolor, la ira, la bronca por la pérdida del hijo y la depresión- contemplará el próximo devenir con más tranquilidad. No hay que confundirse y creer que la aceptación es una etapa feliz: en un principio está casi desprovista de sentimientos. Comienza a sentirse una cierta paz, se puede estar bien solo o acompañado, no se tiene tanta necesidad de hablar del propio dolor... la vida se va imponiendo.


Esperanza: es la que sostiene y da fortaleza al pensar que se puede estar mejor y se puede promover el deseo de que todo este dolor tenga algún sentido; permite poder sentir que la vida aún espera algo importante y trascendente de cada uno. Buscar y encontrar una misión que cumplir es un gran estímulo que alimenta la esperanza.



Hay personas que tienen 15 o más años de permanecer en una misma etapa: la muerte de algún familiar cercano, la pérdida de un hijo, la pérdida de un buen trabajo, alguna oportuna desperdiciada, etc. No digo que este mal recordar hechos pasados, el problema radica en quedarse en estos hechos, en dejar de vivir el presente y permanecer en un estado constante de negación, ira, negociación con sigo misma(o) y/o depresión sin llegar a aceptar una situación y determinar que puedo continuar mi vida a pesar de lo pasado.

Aceptar es senior adelante con la esperanza de que las cosas van a mejorar, es saber que un fracaso no me convierte en fracasada(o), si no que me ayuda a madurar, a crecer y prepararme para lo que venga.

He querido mostrar como una niña china ha superado sus obstáculos con entusiasmo, tal vez porque es una niña y su mente no está programada para creer que todo es negativo, para pensar en lo "serio" de la vida y asumir un estado depresivo porque hay crisis o porque las cosas no son como quiero que sean. Dios espera de nosotros esfuerzo, fe en El; No espera de nosotros el que nos quedemos en el suelo lamentando nuestra "suerte" creyendo que el destino esta sellado para nosotros, la única persona responsable por tu futuro eres tu, si confías en Dios, este futuro será mejo de lo que imaginas. Te animo a que veas las fotos anexas de esta niña y que tengas esa sonrisa de triunfo.

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