COMUNICACIÓN A DISTANCIA

Hebreos 1:1-2 1 Dios, habiendo hablado muchas veces y de muchas maneras en otro tiempo a los padres por los profetas, 2 en estos postreros días nos ha hablado por el Hijo, a quien constituyó heredero de todo, y por quien asimismo hizo el universo;

COMUNICACIÓN A DISTANCIA

Poder escribir un mensaje y que éste sea recibido y entendido por una persona que se encuentre a cierta distancia ha sido una de las grandes necesidades del ser humano desde que tenemos capacidad para comunicarnos. Se tiene plena constancia que en el 1.200 a.C. (aunque seguramente fue mucho antes) los griegos usaban antorchas por la noche y humo por el día para transmitir mensajes. A estos sistemas de comunicación y otros que vinieron después, se les conoce con el nombre de Telégrafos, o lo que es lo mismo, Escribir a Distancia -Tele(a distancia) Grafos(escribir) –

Por este motivo los griegos construyeron una extensa red formada por decenas de torres llamadas Fryktories que estaban conectadas visualmente unas con otras y desde donde se transmitían los mensajes. Este sistema de telégrafo óptico fue el utilizado para notificar a las ciudades que los vencedores de la guerra de Troya (1.200 a.C.) volvían a casa.

No cabe duda de que el invento del telégrafo es algo útil, pero me deja la sensación de que actualmente también utilizamos otros medios para comunicarnos a distancia con otras personas y no precisamente por cuestiones de lejanía física, si no emocional. Tenemos al esposo que ya no se comunica con su esposa porque el trabajo lo ha vuelto su rehén o porque simplemente hace mucho tiempo se enfrió la relación y se comunica nada más a través de la provisión económica. Tenemos a los hijos adolescentes que utilizan su propio dialecto, el cual no es comprendido por lo padres, y al no ser comprendidos, se refugian en tribus urbanas como los emos, los punks, etc y la forma de decir "necesito ser escuchado" es a través de la rebeldía. Pero sobretodo existe una falta de comunicación vital a pesar de contar con medios como la Internet, los celulares o los satélites y esta falta de comunicación es con Dios mismo, tal vez porque hace ya un buen rato que dejamos de confiarle nuestra existencia, nuestros miedos o nuestros triunfos. Posiblemente asistamos a una iglesia de la denominación religiosa que sea, pero no estamos en contacto con Dios, solo estamos en contacto con nuestras ansias de autocomplacencia. Dios sigue comunicándose con nosotros a través de la naturaleza, pero específicamente más a través de su Palabra. Habla con él Hoy.