SIGUE TOCANDO

Deuteronomio 31:6 Esforzaos y cobrad ánimo; no temáis, ni tengáis miedo de ellos, porque Jehová tu Dios es el que va contigo; no te dejará, ni te desamparará.

2 Crónicas 15:7 Pero esforzaos vosotros, y no desfallezcan vuestras manos, pues hay recompensa para vuestra obra.


Había una vez un violinista llamado Paganini. Las notas mágicas que salían de su violín tenían un sonido diferente, por eso nadie quería perder la oportunidad de ver su espectáculo. Una noche, el público estaba preparado para recibirlo.

La orquesta entró y fue aplaudida. El director fue ovacionado; Pero cuando Paganini apareció, el público deliró. Paganini coloca su violín en el hombro y lo que sigue es indescriptible, sorprendente, blancas, negras, corcheas,…las notas parecen tener alas y volar con el toque de aquellos dedos encantados.

¡DE REPENTE, un sonido extraño interrumpe el ensueño…¡Una de las cuerdas del violín de Paganini se rompe! El director de la orquesta paró. La orquesta paró de tocar. El público paró.
¡Pero Paganini no paró. Mirando su partitura, él continuó sacando sonidos deliciosos de su violín sin problemas. El director y la orquesta, admirados, vuelven a tocar.

El público se calmó, cuando DE REPENTE, otro sonido extraño ¡Otra cuerda del violín de Paganini se rompe! El director paró de nuevo. La orquesta paró también. ¡Paganini no paró. Como si nada hubiera ocurrido, olvidó las dificultades y siguió arrancando sonidos imposibles de su violín. el director y la orquesta, impresionados, vuelven a tocar.

Pero el público no podía imaginar lo que iba a ocurrir a continuación. Todas las personas, asombradas, gritaron un OHHHH! Que retumbó por toda la sala.

Una tercera cuerda del violín de Paganini se rompió. El director para. La orquesta para. La respiración de público para. ¡Pero Paganini NO para!!!. Como si fuera un contorsionista musical, arranca todos los sonidos posibles de la única cuerda que sobra de aquel violín destruido.

Se dice que "Victoria" es el arte de continuar "donde todos resuelven parar". Estamos a punto de concluir una año más y posiblemente te planteaste metas, objetivos y sueños por cumplir, pero por las razones que sean no lograste culminar lo que te habías propuesto o a lo mejor iniciaste algo desde hace años y te has detenido porque creer haber fracasado.

Desde mi punto de vista fracasada(o) es quien deja de intentar y NO quien se equivoca intentando.

Los resultados esperados no vienen por un golpe de suerte, vienen con la preparación, con el esfuerzo diario. Si a tu violín se la han roto las cuerdas, sigue tocando, no te detengas.

Toma la decisión más importante de tu vida: pídele a Jesús que entre en tu corazón y El pondrá la música más hermosa para que puedas compartirla a los demás a través de un estilo de vida diferente.

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